Nuestros antepasados hicieron historia conservando esta bodega. Somos la vigésimo segunda generación de la familia que continúa elaborando vinos y cavas por el método tradicional. El documento más antiguo que tenemos sobre la existencia de la bodega se remonta al 1390, época en la cual el Mas es conocía como “Mas Alzina”. No fue hasta el 1653 cuando los herederos de la casa murieron como consecuencia de una epidemia, la peste. La pubilla que, contrajo matrimonio con un pastor, bautizó el Mas con el nombre de Can Pascual, haciendo uso del primer apellido de su esposo.

Poco a poco, a pesar de que disponían de viñedos y cultivos de cereales por el uso propio, fueron ampliando su patrimonio. Can Pascual, a sus inicios, fue una posada, para cambio de diligencias, conocida como el Hostal de Malcavaller. Alrededor de 1859 se terminó de construir la que sería la nueva casa de Can Pascual, de estilo colonial. Siete largos años tardaron en construirla con el dinero que iban haciendo en América dos de los hijos que no eran herederos.

La bodega, tal y como lo conocemos ahora, fue fruto del esfuerzo por continuar trabajando nuestras tierras y nuestras viñas alrededor de la finca Can Gras. Parte de la producción se vendía a mayoristas, mientras que otra parte de la uva servía para elaborar nuestros productos que se vendían en la bodega, mayoritariamente venta a granel. Fue en los últimos años cuando incorporamos la venta de cava y otros productos.